Las tipografías con serifa son aquellas que tienen gracias, ornamentos o remates en las terminaciones de sus trazos. Para haceros una idea estaríamos hablando de tipografías del estilo de: Times New Roman, Georgia, o Garamond entre otras. Mientras que la tipografía de palo seco, como son la Arial, la Calibri o la Helvetica, es una tipografía simple, limpia, sin contrastes entres sus trazos gruesos y delgados, de modulación vertical y con vértices rectos.

Usaremos una tipografía u otra según el soporte en el que se vayan a ver estas fuentes. Por ejemplo, en soportes digitales es mejor usar una fuente sans-serif, ya que la iluminación y la pixelación de la pantalla la haran más amigable para el ojo humano. Por otro lado, si hemos de preparar un texto para una publicación impresa, como una revista o un libro, será aconsejable usar una tipografía con serifa.