18 de enero de 2015
¿Cuántas veces has visitado un sitio web desestructurado, con una navegación poco intuitiva, con subapartados de subapartados, contenidos poco definidos…? I por què pasa esto? Pues, seguramente, por la falta de planificación antes de la creación.
Muchos sitios web se desarrollan al mismo tiempo que son construidos. Es decir, empiezan a tomar forma sin antes haver definido su objetivo, el público a quién se dirigí, la información que debe contener… A menudo oímos la expresión ‘piensa 10 segundos antes de abrir la boca’ cuando una persona habla antes de pensar pausadamente sobre cualquier hecho. Una expresión que, adaptada, podria ser válida en el mundo del diseño web: ‘piensa 10 minutos antes de publicar tu espacio web’, ya que hacerlo puede ahorrarte mucho tiempo y recursos.
Y planificar no quiere decir nada más que coger una hoja en blanco y un lápiz –cada vez estan más en desuso, pero en ocasiones com esta pueden sernos útiles- y dibujar una esquema de los apartados que debe tener el espacio web. Definir qué clase de información debe aparecer en cada apartado; imaginar qué imágenes nos ayudarían a ‘vestirlo’; determinar la estructura de enlaces (linkbuilding)… Una mala planificación puede implicar un incremento del tiempo que hemos de invertir en desarrollar un proyecto, una reducción de la calidad del producto final y, de rebote, el deterioro de la imagen de la empresa.
Así mismo, el hecho de disponer de una estructura clara también nos beneficia en el momento de hacer el encargo a los profesionales, ya que nos ayudará a explicar con más claridad qué queremos y podran ofrecernos un presupuesto más realista de la inversión que deberemos destinarle al proyecto.